ÓPERA: AIDA, DESDE BEIJING

Sinopsis

Si en la segunda mitad del siglo XX no había una Aida mejor que Leontyne Price, ese honor corresponde hoy a Hui He. Así lo defiende el mismísimo Zubin Mehta, que en los años 70 trabajó con la afroamericana y desde 2011 colabora con la soprano china, de asombrosa técnica y bello timbre. Ganadora del concurso Operalia, debutó en 1998 precisamente como la princesa etíope de Verdi, si bien alcanzaría la fama como Butterfly. Ahora, junto al director indio, lleva Aida a Beijing por vez primera. La mayoría de los presentes nunca la ha escuchado. Al país asiático le faltaba una infraestructura cult https://www.youtube.com/watch?v=Y5Ph47tKaX8 ural acorde con su desarrollo económico. Justo a tiempo para las Olimpiadas de 2008, inauguró el Centro Nacional de Artes Escénicas. Se le encargó al arquitecto francés Paul Andreu, que completó el Arco de la Defensa de París tras la muerte de su socio, el danés Otto von Spreckelsen. A este mastodóntico óvalo de cristal y titanio se accede por un vestíbulo sumergido en un lago artificial. Pese a las críticas (lo llaman “el huevo”), ha impulsado la escena lírica. Con acierto, recurren a los grandes maestros extranjeros, como Mehta o el escenógrafo Ezio Frigerio, que aspiró al Oscar por la película Cyrano de Bergerac (1991). Esta producción no escatima en medios: murallas, embarcaciones, llamas, proyecciones, vestuario de época… casi retrocedemos al fastuoso estreno en 1871 en El Cairo. Célebre por sus escenas colectivas, brilla aún más en los pasajes íntimos, donde Verdi sabe sintetizar el amor y la nostalgia de la patria.